Lo de la responsabilidad
No romantizar el desinterés.
Tampoco, la victimización.
Todos tenemos papel en la obra. En mi caso, la pasividad. La espera: tanto de que hagan por mi como también aquella observancia sobre el patrón que espero se cumpla.
Y eso, gracias a análisis, ha emergido conscientemente.
Siento tristeza. Ya no es enojo.
Lo que tengo muy claro es no volver a ponerme en el tocadero.
Dije pasividad. En este caso es elección de no hacer. Porque, ¿sabes? Las cartas se han mostrado y no quiero pasar por lo mismo. Eso que al aferrarme me hizo ponerme solita en un lugar del que no pude escapar hasta años después y que aún pesa. Con dolor acepto que añadió un matiz al patrón y eso me hizo (dentro de mi parte de responsabilidad) actuar como lo hice y sabotear el encuentro de algo que pudo haber sido bueno.
Pudo haber sido... pero NO FUE. Y no lo será.
No sé si llegue a estar bien con esto. Espero pase pronto. Y así como pasa, que llegue algo tmb pronto.
Mi terapeuta dice que sin duda también hay una actuación del otro lado y que las heridas están de un lado y del otro, como complementándose.
Hoy dejo esta aseveración. Uno, de nada me sirve y dos, sólo refuerza en mi la espera.
Ahora me ciño sólamente a las acciones. La mía de no hacer, y la del otro lado, también. Y de ahí, que no pase nada porque, de todos modos, no se puede ni se quizo.
Ciao. Otro extraño más.
Comentarios