no, realmente no es tan malo...
pensar en que hay personas y cosas que jamás volverán, una tarde sin salir, una noche sin sueño, o dormir sin soñar... el que te despiertes sin esperar nada y el que te duermas de la misma manera. andar por ahí, meditabundo, pensando en cosas vanas, contando los postes, las avenidas o incluso algo tan inútil como contar las hojas secas que caen sin cesar... sí, a veces la mente humana es como jugar al yenga... quitas cosas, las que se quedan tambalean, pero a fin de cuentas, sigues arriba y arriba... y si se caen, continuas emocionado a volver a empezar