A casi un mes

 del regreso de encontrarme, reencontrarme y levantarme.


Y, aunque fue mucho... siento que no me alcanza.

Que frente a la sociedad y competencia, no me alcanza... ni sé si quiero que me alcance.

O, más bien dicho... me pregunto ¿para qué quiero que me alcance?

No sé a dónde voy.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ser adulto es aprender a llorar con horario.

Terminando, pasando y soltando.