El tiempo perdido...

 ... jamás recuperado.


Hoy me reencontré con ellos.

Con esa historia de amor.

Si, aquella que ni fue por mi ni para mí.

Esa, de la que solo fui parte por ser la relación de impass. La de rebote. La de nada.

Me siento fuerte.

Pude ver mi parte, esa en donde me envolví en participar pero que no me tocaba. Esa donde me pusieron como tercera en discordia, siendo la realidad, un sólo pretexto. Eso sí, FUI EL MEJOR.

El mejor para salir de ahí, y el mejor para no quedarse.

En fin.

Miro atrás y no puedo dejar de sentir pena, de vergüenza y de tristeza. O sea, penas. ¿O pena al cuadrado? Jajaja igual.

Vergüenza por ingenua y ciega, y tristeza porque mientras yo moría, alguien resucitaba.

Mientras yo atravesaba la peor fase; el peor estado... Alguien más dejaba atrás todo y volvía a ilusionarse y amar sin si quiera nada. Ni nadie. 

Me doy cuenta del tiempo perdido, del trauma creado y del otro despertado.

Gracias Dios por mi mi proceso terapéutico.

No lo merecí nunca. Ni a esa persona, ni el trato ni lo que pasó.

Fui un daño colateral, y eso mis cielas NO SE LO DESEO A NADIE.

NEVER AGAIN. I WON'T PUT MYSELF IN A SITUATION LIKE THAT.

Mi error fue haber permanecido donde no había amor. Al menos no para mí. Que por mucho empaque, el interior de ese estuche estaba vacío.

No te odio más.

No sé si alguna vez en verdad pude hacerlo, pero ahora seguro que no. 

Mi mayor lección está en escoger. Y recordarme que es importante de quién me rodeo.

Porque sí, fui una víctima de daños colaterales de mucha gente. Yo acepto. Y si, ahora soy consciente de ello. Sin dolor, sin rencor, sólo acepto. Y suelto. Por fin suelto.

Vienen mejores cosas para mí.

Chile, allá voy.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ser adulto es aprender a llorar con horario.

Terminando, pasando y soltando.