Es molesto... Es incómodo... Es triste.

He notado mucha tranquilidad en estos meses.
Maybe por haberme salido de FB.
Maybe por haberme salido de relaciones terribles y faltas de amor.
Maybe por el aislamiento.

Éste último está comenzando a molestarme. No de enojo, sino de que algo está pasando.
Lo encuentro, sobre todo en ocasiones, molesto y en otras, desconcertante.
Me ha sido benéfico, claro. Para alejarme, estar en paz, superar la ansiedad de si quiera pensar en encuentros random o causalidades.
(Fiufff, ¡Qué alivio!)
Me ha permitido sentir, pensar, entender, comprender y sanar.

Sin embargo ahora que precisamente me siento mejor conmigo y por mi, algo me tiene triste.
Mmm mejor será decir que tmb incómoda y desconcertada: estar aislada no me permite o permitirá conocer nuevas personas y renovar del todo energías.

Esto es magnífico porque hace unos meses en anedonia total, no experimentaba placer pero si dolor psíquico. No podía concentrarme mucho tiempo y mucho menos tener metas, ni inmediatas, a corto ni mucho menos a largo plazo... También, no encontraba mucho sentido a vivir y experimentar.

Eso me ha dejado mucho. El reconocer a partir de esos momentos tan críticos y oscuros la importancia de mi vida. Para mí. Y que eso es lo que importa y nada más. Todo, a partir de eso, es una suma. Y aunque para mí esa palabra esté prohibida, la usaré: DEBE serlo. DEBE SUMAR, no restar.

Cuando te sientes carente, todo lo que te rodea es así. Y "suma" a ese sentimiento.
Ya perdoné y lo fundamental: ME PERDONÉ. Por haber permitido, haber seguido, haber creado, haberme quitado importancia y lugar... Haber introducido esto a mi vida y darle esa importancia tan vital.

Hoy estoy feliz por sentirme bien conmigo, y poder convivir conmigo.
El que si llegan estímulos ansiosos los he podido solventar.
El que si llegan emociones negativas, puedo sentarme con ellas, vivirlas y dejarlas pasar. Porque no deben estar tanto tiempo. Y se van.

He vuelto a voltear a mi.
Y aunque al principio fue terrible y doloroso ver cuánto había permitido y cuánto me había perdido y alejado de mi, hoy me siento plena.

So, por ello es un poquito triste pensar desde la incertidumbre.
No poder viajar, no poder tocar, no poder sentir cosas diferentes a partir de otros pensamientos y de otros cuerpos. De otras mentes. De otros timbres de voz. De otras texturas... De otras experiencias cognitivas y sensoriales.

No sé si estoy lista para una nueva relación "romántica", pero lo que si, es que me siento con mucha suerte y ganas de empezar relaciones amorosas (amigos, familiares, entorno, ambiente) diferentes y desde mi.  YO: LA VERDADERA.

Espero poder volver a viajar.
Así que ahora, he empezado a ni sólo desear y pensar en ello, sino a comprar cosas como si me preparara para ello (si, además de espiritual soy un pequeño cerdo capitalista).

Dios, gracias.
Universo, gracias.
Vida, gracias. Seguiré aquí.

A ustedes tres, les pido me iluminen y sostengan para tomar mejores decisiones. Para confiar en el proceso de la vida y fluir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ser adulto es aprender a llorar con horario.

Terminando, pasando y soltando.