Quisiera dejar de ser yo

pero no puedo.
Por que ni siquiera sé quién soy ahora.
ESE es mi problema.
He dejado de ser.

Antes, podía decir SOY INTERESANTE, INTELIGENTE, SEXY, BONITA...
y ahora no creo poder decir eso de mi misma.

Estoy rota.
Descompuesta.

Todo parece ser mejor que yo.
Mi autoestima estos años se ha hecho añicos.

No me viene bien la soledad. Pero ya no sé convivir.
He dejado de ser el ser que reía, disfrutaba... se consideraba buena compañía.
Ahora solo...
solo soy.
QUÉ
no lo sé...
QUIÉN...
quien sabe...

Las opiniones me destruyen día a día.
Intensa, incomprensible, fastidiosa, tediosa...
no creo ser bonita tampoco...
ahuyento...
eso sí que lo puedo decir.

Quiero volver a ser dueña de mi misma... pero eso, ni con un millón invertido en terapia podré lograrlo.

Me ha dolido darme cuenta de algo que supe desde antes que pasara.
No ha dolido tanto como en un inicio. Pero me siento ofuscada.
Quiero encontrar a alguien que me acepte. Pero la que no me acepto soy yo.
No quiero estar sola. Pero no puedo estar en compañía sin cagarla.

Necesito consuelo.
Mucho.
Pero no sé donde buscarlo sin hartar.

Ahora mismo tengo un concepto tan vago, pobre y negativo de mi misma que es lo que reflejo y hago sentir.
Estoy harta de estar tan rota.
¿Cuándo pasó?

¿Por qué puedo dar aliento a otros y no a mi misma?

Necesito un abrazo. De esos que te vuelven la fe.
De esos que te hacen juntar pedazos.
De esos que desde hace mucho no siento.

¿Cómo puedo querer amar sino puedo amarme a mi misma?

quiero dejarme en paz... pero no puedo.
Estoy harta de ser una convulsión constante.
De sentir rechazo de mi misma y hacer que precisamente eso me hagan los demás.

Por favor, Dios, dame consuelo, aliento y vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ser adulto es aprender a llorar con horario.

Terminando, pasando y soltando.