Ya no 2, eran 3.

Y a esos tres agregué dos más.

Supongo que mi neurosis está en su mejor momento.
Agrego y coqueteo con gente para no permanecer con una sola.
Juro que es neurosis y no zorreo.

No sé si el que más permanece y el que más tiene química conmigo no me gusta por neurótica o por que realmente no es tan agraciado.
Pero es tan inteligente que es el único que me ha llevado lejos... es casi un mago.
No sé ni como, pero se coló entre mis labios, mi cuerpo y también me arrebató caricias.
No cabe duda que la inteligencia unida con ternura y un toque de malicia tiene sus regalías.
Sigo sorprendida.
Comparte conmigo sus triunfos, sus investigaciones... días y noches.

El otro me paga con la misma moneda el bat de hierro. Aunque sé que disfruta mi compañía.
Es tan formal, creo que es por su edad. De los 5 es el más grande.
Me gusta su estilo, casi padrino.
Galante pero eso sí. ORGULLOSO.
Dijo que debió cuidarme.
No entiende la parte de que yo no soy de nadie (a veces creo que ni de mí misma).
tanta formalidad me hace huir pero es lo mismo que me atrae.

Finalmente, con el que comencé mi apertura.
Físicamente ME GUSTA.
Escuálido, sin chiste, lentes... pelo intencionalmente desarreglado.
Nariz respingada, mirada callada... en fin.
ME GUSTA.
Y lo digo en presente por que sigo pensando en él todavía.
Sin embargo, es tan mamón.
Tan enigmático... taaaan intratable.
Hoy volví a contactarle.
Tuve la oportunidad de mandarlo lejos.
Lo hice y me arrepentí. Volví a contestarle sabiendo que, me volví a poner en su estoica resortera emocional para lanzarme lejos de él.
Mi neurosímetro marca rojo.
Es el que se me resiste cuando una vez ya se mostró mío. Y esa vez no la olvido.

Tal vez los otros deberían resistirse a mí un poco, para hacerme desearlos.

Los últimos son cotidianos. Sin embargo, he aceptado poco acercamiento.

Sigo con el menú abierto.

De las 5 opciones, habiendo 2 que son excelentes  yo, absurda, me inclino por la tercera que es la peor.

Ayudarme Dios mío, que histéricamente soy la mejor.

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