Debilidad cliché


Acaríciame con tu charla.

Gallardo, seguro y atrevido, sin caer en clichés estúpidos ni sobrevaluados. Cree en tí mismo en el justo medio (si es que existe).

Que tus manos me cuenten un sin fin de historias no sólo al recorrerme, también al hablar de tí, de tu mundo... que ellas las complementen todo eso que quieres decir.
Sé aquél que sea capaz de arrancar una sonrisa sin el menor esfuerzo, simplemente por ser auténtico.

Tengo que decirte que con los que verdaderamente me he compartido han sido aquellos que no me han tenido miedo.
Aquellos que no me han colgado milagritos, ni maleficios, ni curas, ni banalidades...
aquellos que se han "atrevido" a conocerme... a "mirarme" y "aceptarme" por el simple hecho de ser yo.
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

Todo este suspiro escrito es porque hoy, esta noche, recordé a mi hombre ideal.
Ha estado en mis brazos, labios y habitado mi corazón con diferentes rostros, cuerpos, formas, olores, discursos y colores.
Ese hombre al que no me he encontrado en mucho tiempo... al que me di cuenta, por conocer a otros, había olvidado.






Comentarios

Entradas populares de este blog

Ser adulto es aprender a llorar con horario.

Terminando, pasando y soltando.