Hoy extraño.

Extraño a mucha gente y a otra simplemente la dejé de extrañar.
Extraño la voz,
las largas conversaciones,
las tonterías,
la risa,
la belleza,
el romance,
el tiempo,
la dedicación,
la entrega.
Extraño todas esas veces que mis carcajadas dejaron ver que no soy tan delicada.

Extraño el sonido de tu respiración, eso es algo que me estremece todavía.
También, las largas horas de pensarte 
y acomodarte junto con otras cosas dentro de mi cabeza.
Extraño ese bum bum cada que te veía.
Extraño también esa pantaleta mojada 
y las mil sensaciones que mi cuerpo te expresaba.

Mil y un cosas, tal vez más.

Extraño la empatía,
la viveza,
la no complejidad sino la fluidez.

Las pláticas sin pretensión,
la amistad sin comparación...
la complicidad sin explicación.

Extraño a la gente sin instructivos.
Las que pensaron algún día que yo tenía uno me perdieron.

Extraño ser más que...
eso.
Más que puntos suspensivos.

Extraño ser la idea perfecta sin objeción.
Tener dirección sin confusión.
Simplemente, la creación.

Mundo de ideas en una mente dispersa. Al menos, eso sé que por ahora soy.

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