"mujer que sabe latín...

hoy ha sido la primera vez en muchos años, o debería decir, fue la primera vez desde que soy profesionista en la que me he puesto a reparar en mi sexo.

ser mujer hoy en día representa retos y sobretodo, distintas formas de concebirte como tal.

dando clase y evaluando una exposición -en la cual les puse una madriza garantizada- surgió lo siguiente:

-"maestra... ¿tiene novio?"-

cuestionamiento que ignoro y saco por la tangente cada que lo preguntan porque qué chingados les importa mi vida personal jajaja tuvo un tinte diferente esta vez.

las veces en que la escuché y mi respuesta era no los ojos de plato y comentarios que expresaban incredulidad no se hacían esperar.

ahora fue distinto puesto que ha sido la primera vez que no me nace contestar y dejé la duda en el aire...

sólo pregunté "¿porqué?"

-"no es que no me lo imagino"-

no reparé, continué en las observaciones de la clase y este mismo alumno me dice "es que no me imagino a alguien como usted así... es que es tan..." y automáticamente le dije,

-¿mandona?... ¿seria?- a lo cual responde no.

entonces hizo el comentario que llevó a la perfección y rectitud consigo.

resulta que alguien como yo NO es normal.

alguien joven, atractivo que no se conduce con lenguaje soez y que es casi experto en su materia tiene algo de anormal.

entonces, ¿cómo debería ser la pareja de una mujer preparada?

o ¿es que acaso una mujer pensante sigue siendo una utopía, broma, fantasía o ilusión para la mayoría de la gente?

alguien como yo, qué?

¿cómo soy?

¿cómo me perciben?

esto no es algo negativo, al contrario, me dejó anonadada puesto que en la hoy por hoy cada vez es más común pensar que las mujeres preparadas provocan miedo antes que admiración.

¿la mujer preparada entonces es de piedra?

si bien los otros son reflejo y sacan el imaginario e inconsciente colectivo y las percepciones y características propias de su propia sociedad y en lo cual quedó de relieve el concepto de profesionista mujer como algo de palo,

a mí la vdd me dio risa y me causa cierto tipo de regocijo en lo personal, puesto que, "la camaleonina" resulta...

nadie tiene idea de quién soy y se puede decir, que vivo en el anonimato,

fuera preocupación

telarañas y

paranoias...

se conoce a Aimeé como profesional,

no como mujer,

no como chica,

no como SOY...

y eso, es, más que ALIVIO,

satisfacción al saber que me conduzco y provoco el impacto que yo quiero en mi trabajo.

para quien me conoce fuera,

tengan las ideas que tengan

me vale,

puesto que todos somos libres de pensar como queramos ;)