paraguas anaranjado

hoy caminé bajo la lluvia sin mojarme...

mientras lo hacía, parecía que las gotas caían alrededor pero ninguna rozaba siquiera el halo de mi aura.

extraño paseo, el que, además de conmovedor (oh sí, milagro) me recordó el porqué no me gusta la lluvia.
ayer mismo una alumna me hacía esa pregunta y yo sólo contestaba el -no sé--- simplemente no-.
hoy nítidamente la respuesta salta ante mis ojos:
la lluvia para mí evoca, claro, un sinfin de pensamientos,

entre ellos puede que hasta la mente en blanco tenga cabida;

la paz, el fulgor blanco de los cielos en algunos nublados (ese tipo sí me gusta) o bien, cuando están tan cargadas las nubes que se ven oscuras, justo eso, me recuerda a la película del jinete sin cabeza jajaja... pero lo que en sí me hace sentir en sí...
...

...

...

es una sensación de fragilidad.

me regresa a momentos en los cuales me sentí desprotegida.
eso es claro y obvio para alguien como yo, puesto que, cuando hay lluvia todo el mundo corre, se guarece en algún lado provicionalmente o bien, vamos cada quien por su parte tratando de llegar lo más rápido a algún lugar menos donde estamos.
ahora bien, analizando lo de sleepy hollow, será porque desde que me acuerdo la lluvia o bien, los días nublados están asociados al terror o a la obscuridad...
oscuridad de brujos, calamidades o días llenos de cosas espantosas.
y bueno, también por qué no? me recuerda ese día en el que un cabrón por diversión me empapó y todavía me grita --ay va l'agua!!-- jajaja lo cual también me llena y llenó de rabia.
en fin, habrá algún día en el que lo disfrute... sin estar en un asiento trasero, con unos besos, viendo algún video, o con un tarro repleto de palomitas viendo una movie de amor empalagoso...

seeeh, soy nenota y qué?

si, un día en que no me afecte y que de verdad respire profundo y lo viva plenamente así nada más, solito...

msssshhhh (suspiro)

pasará, ahora por lo pronto, lo único bueno que le veo es que aminora el calor aunque sea un poco.