ahí vamos

casi siempre después de un suceso doloroso (por desgracia) es que las personas aprendemos a valorar más:

--la vida
--las amistades
--la familia
--el amor

----------------cada uno de los detalles que hacen a estas palabras, especiales y únicas en la vida y cuyo significado es subjetivamente inmenso o de la misma forma muy limitado...

a veces pienso en aquellos que se fueron y a los cuales obviamente extraño, siento tristeza infinita por que no están ahí, y un coraje por todas las cosas que pudieron enseñarme o por momentos que faltaron compartir...

en fin, lo sé, uno jamás está conforme.

cada uno cumplimos con una misión -nunca pensé que diría esto- sin embargo por trillado que suene, bien cierto es que "no importa como, cuando te toca, TE TOCA".
no hay cosa más horrible (más allá del propio sufrimiento, incluso) que el ver a alguien al cual adoras desmoronarse y sufrir de manera tal ante la pérdida. es como si al momento de darle el abrazo su corazón pegado al tuyo en tal acto, te comunicara al unísono todo su sentir y eso traspasa vísceras...
la verdad es que en cada funeral deseas nunca ser tú. que nunca te pasara a tí y que nunca te tocara estar en esa situación directamente con los tuyos.
y aunque a todos nos llega el día, ahora sé que prefiero vivir antes de quedarme con las ganas...
y que es tiempo de hacer muchas cosas que he dejado para después y me vale madre que esto parezca una de esas miles de cadenas cursis que te mandan por correo electrónico (las cuales por cierto, he dejado de leer).
la verdad es que sigo teniendo miedo de cosas que parecían solucionadas.
tengo miedo de tener miedo.

tengo miedo de que la vida me pase.

siento rabia al haber dejado pasar cosas, las cuales aunque ya tengo en control, ahora me parecen inmóviles o inútiles, y que por tal condición abandono o no les doy más interés.
tengo miedo de mi amor conocido y miedo de no volver a encontrarlo y sentirlo ya jamás de manera o con alguien diferente.

y más miedo de no aprovechar y querer más a mis luv ones...

siento, como todos, que nunca es demasiado.